Hola amigos de Pequediarios. Hoy, en este blog destinado a todo lo que tenga que ver con los niños, os hablamos de una necesidad para muchos de nuestros pequeños: la fisioterapia. Algunos padres creen, por no haber tenido acceso nunca a un servicio como este, que es una terapia para chavales con grandes patologías, con dificultades motoras o neurológicas muy serias, y piensan que para un niño sano, nunca la fisioterapia será de utilidad.

Siendo cierto que el fisioterapeuta es uno de los profesionales principales en el tratamiento de muchos síndromes o patologías severas, también es cierto que a nuestros hijos, de vez en cuando, un tratamiento llevado por un fisioterapeuta les hace muho bien. El caso más claro es la fisioterpia infantil respiratoria, que hace una labor preventiva ante las temidas y cada vez más habituales bronquiolitis. 

Un fisioterapeuta, además, puede enseñar a los padres qué tipo de masajes y de ejercicios ayudarán al pequeño a expulsar la mucosidad, evitando que su acumulación derive en problemas respiratorios más problemátios. De esa manera puede ser útil una sola sesión semanal con el profesional, acompañada de regulares ejercicios llevados a cabo por el padre o la madre.  

Hay tres pasos en la infección respiratoria donde podría intervenir el fisioterapeuta, pero en España no está prácticamente contemplada su competencia.

1. Cuando el niño está bien o empieza con moquillos: si su hijo está acatarrado o con un poco de moco, la medida de echar un poco de suero es poco eficaz, porque sólo limpia parte del conducto nasal sin preocuparse de todo el conducto rinofaríngeo, que es de donde viene el moco. El fisioterapeuta puede aplicar a modo preventivo o de limpiezala DRR (desobstrucción rinofaríngea retrógrada), que limpiará todo el conducto previniendo futuras infecciones
2. Cuando el niño ya tiene una infección por acúmulo de moco: generalmente cuando visitas al médico te manda un broncodilatador y un antibiótico. Estas medidas sólo consiguen matar la infección, pero no consiguen expulsar el moco y al final desemboca en las temidas bronquiolitis. El fisioterapeuta tiene un papel fundamental en esta fase. Aplicando técnicas de espiración lenta o forzada, combinado con la tos provocada, conseguimos expulsar gran cantidad de moco aumentado inmediatamente la oxigenación de la sangre.
3. Cuando el niño sufre una neumonía como consecuencia de la infección: la fisioterapia respiratoria consigue evacuar el moco, mejorar la capacidad respiratoria y prevenir recaídas.

Como veis, desde pequediarios os animamos a poner un fisioterapeuta en vuestra vida… sobre todo si sois de esos padres que teneis el ventolín a mano y que mnirais cada ratito si tiene o no «tiraje», si se marcan las costillas al respirar, y si se le ve un poco más decaído de lo normal… y es que los papás que hemos pasado por urgencias con nuestro hijo respirando mal, sabemos de qué hablo ¿verdad?

En fin, en este mismo blog os presentamos, dentro de «empresas amigas de pequediarios» a un equipo estupendo de fisios que trabajan en Madrid a domicilio. No dudeis en echar un vistazo si puede interesaros. Pero sobre todo, no dudeis en buscar ayuda profesional si creeis que vuestro hijo puede necesitarla, el trabajo del fisioterapeuta, en su versión preventiva, es un gran desconocido, y precisamente eso es lo que queríamos combatir con esta humilde entrada. ¡Un fuerte abrazo a todos! ¡Hasta el próximo día!